Mayo es un mes que en nuestro cole tiene un aroma especial. Y no solo porque el buen tiempo comienza a asomar o porque se acerca el final de curso, sino porque está dedicado a María, nuestra Buena Madre. Durante estas semanas, en todas las etapas de nuestro cole, estamos viviendo este tiempo con gestos sencillos y llenos de sentido, que nos acercan a su figura y a su ejemplo.
Cada día, de manera tranquila y cercana, nos reunimos para cantarle, rezarle, hablarle… Porque sabemos que María es para nosotros como una mamá que siempre está cerca, que escucha, que cuida, que acompaña. Y nos encanta aprender de ella a ser más amables, más generosos, más atentos con los demás.
Le ofrecemos flores, oraciones, dibujos… y también nuestras pequeñas acciones del día a día: un abrazo compartido, un “lo siento”, un “te ayudo”, un “te quiero” a tiempo. Gestos que parecen pequeños, pero que María recoge con ternura porque salen del corazón.
Este mes es, sobre todo, una invitación a mirar a María no solo como madre de Jesús, sino como modelo de fe, de entrega y de amor silencioso. Ella nos inspira a vivir con sencillez, a confiar más y a poner nuestra vida al servicio de los demás, tal y como ella lo hizo.
Mayo es su mes. Y nosotros, desde nuestras aulas, seguimos celebrándolo con alegría y con cariño, sabiendo que María camina con nosotros, cada día.
Os dejamos algunas imágenes de la visita del alumnado de 3 años a la capilla, donde ofrecieron sus flores a María con toda la ternura e ilusión del mundo.











